Desde joven he tenido una lucha interior a la hora de las habilidades personales. Me han educado para ser una persona bastante clara, sincera y a ir de cara. Pero ésto, más que una cualidad, ha terminado siendo un lastre en muchas ocasiones pues la gente generalmente no le gusta este tipo de interlocutor.
La experiencia que uno gana con los pasos de los años han ido mejorando mi asertividad y, hoy en día, me considero una persona que sabe ponerse en el sitio de los demás, escuchar todas la aportaciones y tomar decisiones desde un trabajo colaborativo y consensuado. Al final, uno tiene que intentar sacar el máximo partido de los mimbres con los que uno cuenta, porque las cosas no siempre vienen dadas como a uno le gustaría y no por eso se van a dejar de hacer.
Considero que la figura del director de un Centro Educativo tiene que profesionalizarse. Así, la principal cualidad que tendría que tener éste es ser un buen gestor, tanto del capital humano como del material.
La realización de este curso y de otros realizados con anterioridad van encaminados a conseguir los tres pilares sobre los creo que debe fundamentarse la acción de un director en la escuela del siglo XXI:
- Conocimiento de la normativa.
- Coordinador de proyectos y planes.
- Coaching educativo con funciones ejecutivas.
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